miércoles, 21 de agosto de 2013

Las lentejas y la sentencia sobre el Estatut de 2006


Mas, "converso" 
Resulta llamativo que desde un tiempo a esta parte los “conversos” al independentismo de Cataluña esgriman como argumento de su cambio de actitud la sentencia del Tribunal Constitucional que declaró contrarios a derecho 14 de los 240 artículos de Estatut de 2006. Y pongo converso entrecomillado, pues esa conversión, más que una conversión es una caída de careta. Personajes que durante años y décadas habían jugado al despiste, pretendiendo sin conseguirlo engañar a todo el mundo, ahora se quitan el disfraz que con tan poco disimulo habían lucido y para tapar la vergüenza de semejante cambio de parecer y para no quedar ante la sociedad como lo que realmente son, unos jetas, argumentan con la sentencia del alto tribunal que según afirman es un insulto y un desprecio a Cataluña. 


Mascarell. Conversión y un buen plato de lentejas

Nadal, "converso" a la espera de su plato de lentejas
Montserrat Tura, "conversa" en lista de espera

Ernest Maragall. ¿Qué hay de lo mío?



J. Pujol i Soley, el mentor

El proceder de estos personajes no es más que un insulto a la inteligencia y a la dignidad del pueblo catalán, pues los artículos declarados inconstitucionales para nada afectan a la dignidad ni a los derechos de los catalanes. Los artículos anulados sí que son un serio problema para muchos políticos catalanes, que no son el pueblo de Cataluña aunque estos políticos intenten todos los días que se confundan ambas cosas. Y está claro que los intereses y las prioridades del pueblo y de la clase política, tanto en Cataluña como en el resto de España, suelen estar a años luz de distancia, y en este caso estamos ante la prueba del algodón. Están cometiendo una felonía con el pueblo catalán, anteponiendo sus intereses a los generales.

Si preguntásemos a los ciudadanos de Cataluña que protestaron contra la sentencia del Constitucional sobre el sentido real y efectivo de la misma, dudo mucho que un porcentaje significativo tenga conocimientos  sobre los artículos afectados y sobre el sentido de los mismos. Da igual, no es necesario que ellos se tomen la molestia de leerlos y documentarse sobre el tema; de la cuestión ya se encarga TV3 y sus siete canales, la prensa escrita y de internet (Ara, Avui, La Vanguardia…), las emisoras de radio con RAC1 a la cabeza, etc. La voz de su amo que adoctrina al rebaño a cambio de una suculenta soldada vía subvención o publicidad institucional.


Vamos por partes.

Un artículo anulado establece que la actividad de la Generalitat sólo puede ser supervisada por el Síndic de Greuges (Defensor del Pueblo de Catalunya). Bien, si un ciudadano de Olot o de Salou se siente discriminado o tratado injustamente por la Generalitat ¿resulta discriminatorio que pueda solicitar amparo del Defensor del Pueblo a mayores del amparo del Síndic de Greuges? Obviamente no, más bien al contrario resulta un privilegio tener dos posibles defensores en vez de uno solo. Ahora bien, para los políticos cuanto menos amparo tenga el ciudadano o cuanto más controlado pueda tenerlo mejor. ¿En qué piensan los políticos? ¿En los derechos de los ciudadanos o en los privilegios de la casta dirigente?


El exjuez Estevill

Seis de los catorce artículos anulados versan sobre la creación de un poder judicial propio de Cataluña, con el cual desde Cataluña se seleccionarían, escogerían y nombrarían a jueces y fiscales en Cataluña. El paraíso del político a tiro de piedra. Los Maciá Alavedra, Millet, Pujol, Gavaldà, Crespo, Falcó, Fernández, Prenafeta, Muñoz, Dobarco, Ausás y demás políticos procesados o ya condenados por corrupción en Cataluña vivirían mucho más felices y podrían hacer su “trabajo” con más tranquilidad si los fiscales tuvieran que obedecer y rendir pleitesía al Pujol, Maragall, Montilla o Mas de turno. Vivir para ver. Ciudadano catalán ¿esta película va contigo? Obviamente no. Otro privilegio de una elite burguesa expoliadora que sólo piensa en ella y sus intereses, y cuya anulación es vendida como un agravio al conjunto de los catalanes. Da miedo pensar en las consecuencias que  acarrea que desde los políticos corruptos se pueda condicionar el nombramiento de cargos en la fiscalía y judicatura. Basta recordar el sangrante caso del juez Estevill que aliado con el abogado de Jordi Pujol en el caso Banca Catalana cometió los más espeluznantes delitos, y que fue promovido a miembro del Consejo General del Poder Judicial a propuesta de CiU y Jordi Pujol, antes de ser condenado a 9 años de cárcel.  Lejos de crear medidas correctoras que establezcan una separación nítida entre el poder político y el judicial, la clase política hace esfuerzos por mantener y agrandar sus privilegios a expensas de una democracia débil y un pueblo manipulado y sometido.



Pujor Jr., el supuesto Primo de Zumosol de la ITV Connection


Otros dos artículos anulados tratan del control político y regulación de las cajas de ahorro y demás entidades financieras por parte de la Generalitat. En resumidas cuentas, las cajas de ahorro y demás entidades financieras quedan en manos de los políticos en su estructuración, organización y funcionamiento. Y en el caso concreto de las cajas de ahorro, los excedentes y la obra social serán distribuidos según el criterio del político de turno. Bien, el paso del tiempo ya ha puesto las cosas en su sitio. Ya no quedan cajas de ahorro en Cataluña pues, salvo las que se transformaron en bancos, han quebrado tras la brillante gestión política de las mismas. Eso sí, los políticos que estaban al mando se han retirado con abultadísimas pensiones que les estamos pagando entre todos. Volvemos a la historia de siempre. ¿Qué intereses se defendían con esos artículos del Estatut? ¿Los intereses de los que fueron engañados con participaciones preferentes ? ¿Los intereses de los desahuciados? ¿Los intereses de los autónomos y empresarios necesitados de financiación? ¿Los intereses y la dignidad de Cataluña? No. Los intereses que defendían esos artículos eran los intereses de la clase política saqueadora, como el paso del tiempo ha dejado ver claramente.

Otro artículo anulado establecía que la lengua propia y de uso preferente por la administración de Cataluña es el catalán. Los redactores del Estatut del 2006 caen en sus propias contradicciones, pues niegan a los demás lo que ellos exigen para sí mismos en igualdad de circunstancias. ¿Por qué el aranés es relegado como lengua propia de Cataluña? ¿Por qué se le otorga preferencia a una lengua sobre otra? ¿Es que acaso la lengua aranesa es menos catalana que la lengua catalana? ¿O es que acaso, también, la lengua castellana no es la lengua nativa de cientos de miles de catalanes? ¿Por qué los araneses y los castellanohablantes tienen que ser catalanes de segunda? ¿Por qué dos o más lenguas no pueden tener la misma consideración, privilegios y obligaciones? No se trata de marginar a ninguna; se trata de que todas tengan la misma consideración.
El pueblo defendiendo los privilegios de la casta


 Esta es la realidad. Estos son los hechos. Los políticos catalanes sacan la pancarta y el megáfono llamando a la defensa de Cataluña, y como los niños de “El Flautista de Hamelín” el pueblo de buena fe secunda a sus líderes, pero éstos no secundan al pueblo. Lo que secundan son sus bolsillos, sus cuentas corrientes en paraísos fiscales, sus poltronas y tomar las decisiones que sea menester para que sus intereses no se vean afectados. Sus lentejas. Y el pueblo catalán que sude tras la pancarta.